Dr. Carlos Riera-Kinkel

Desde 1938, cuando el  Dr. Robert Gross, cirujano pediatra, de Boston, realiza la primera sección y sutura de un conducto arterioso en una niña de 7 años, hasta 1981, año en que el Dr. William Norwood propusiera la técnica quirúrgica para corregir la hipoplasia de ventrículo izquierdo, transcurrieron casi 50 años de experiencias, que provocaron que en la década de los 70 y 80 mejorara sustancialmente la sobrevida de estos pacientes con Cardiopatía Congénita (CC).

El inicio de la cirugía cardiaca se dio en Minnesota en 1954, cuando una pequeña, de nombre Ashley, fuera operada mediante circulación cruzada, con la ayuda de la madre como sistema de perfusión, para poder resolver una comunicación interventricular que le aquejaba.

El naciente desarrollo tecnológico de la especialidad de cirugía cardiaca dio origen a una carrera mundial por mantener el liderato de la resolución de problemas cardiacos por medio de cirugía de corazón abierto. Pronto la cirugía de corazón se convirtió en un atrayente de conocimiento, de especialidades y de necesidades hospitalarias, que empujaron el desarrollo de las terapias intensivas y cuidados intensivos neonatales, mejorando aún más los resultados y la sobrevida de los pacientes, aunado a que se sumó al diagnóstico oportuno de las CC, mediante el desarrollo y experiencia de la ecocardiografía, cateterismo cardiaco y ecocardiografía fetal.

Cuando pensamos en cardiopatías congénitas, inmediatamente viene a nuestra mente un paciente pediátrico, pero hoy día estos problemas estructurales tienen su mayor demanda de atención en el terreno de la cardiología del adulto, invirtiéndose la pirámide poblacional de estos pacientes,  por lo que debemos realizar un ajuste en los programas educativos y en la capacitación de los especialistas, que desarrollen competencias en torno al conocimiento de la cardiopatía congénita.   El 85% de todos los nacidos con cardiopatías congénitas llegará a la vida adulta, tal es el caso de los diagnósticos más frecuentes: Tetralogía de Fallot, transposición de grandes vasos, y fisiología univentricular.

Las reintervenciones relacionadas se vinculan con lesiones residuales o el remplazo de prótesis valvulares biológicas, lo que hace la patología estructural. La cirugía de Fontan resuelve la fisiología univentricular, la cual consiste en derivar la sangre de ambas cavas directamente a la arteria pulmonar, evitando que la sangre pase al corazón y se derive directamente a la circulación pulmonar, oxigenando la misma, pero siendo esta una cirugía paliativa, por lo que gran parte de estos pacientes serán candidatos para trasplante cardiaco en la vida adulta, una vez que alcancen una superficie corporal suficiente para aumentar las posibilidades de encontrar un donante.   

Los países en vías de desarrollo podemos observar un buen número de pacientes, a los que se realiza el diagnóstico en la vida adulta por primera vez, lo cual es lamentable, pues ello puede evitar en muchas ocasiones repercusiones cardiopulmonares irreversibles.

Un estudio realizado por el Dr. José María Oliver Ruiz, en el hospital de La Paz de Madrid, España, muestra la siguiente tabla de distribución[1].


Como podemos observar, la mayor cantidad de pacientes se encuentran en una edad con  actividad laboral, lo que hace que estimemos una preocupación aún mayor a esta población económicamente activa, realizando un énfasis especial en la paciente embarazada con cardiopatía congénita.

Néstor Sandoval. Adultos con Cardiopatías congénitas: una población creciente. Retos del presente y del futuro. Revista Colombiana de Cardiología 2017; 24(3):199-203.

Las alteraciones que normalmente se atienden en la vida adulta son: Trastornos del ritmo cardiaco, enfermedad valvular, cortocircuitos residuales, dilataciones de aorta, durabilidad de bioprótesis, complicaciones infecciosas, fenómenos tromboembolígenos y alteraciones del sistema nervioso central.  Como podemos ver, la atención de la cardiopatía congénita debe de ser multidisciplinaria, pero para ello todos los miembros de este cuerpo colegiado tienen que estar familiarizados con estas patologías, lo cual contamos en nuestro grupo de trabajo, para realizar este abordaje integral, con calidad y calidez.   

Adultos mayores de 18 años.
Williams et al. J Am Coll Cardiol. 2006, Gilboa S circulation. 216; 134:101-109.

Referencia:

José María Oliver Ruiz. Cardiopatías congénitas del adulto: residuos, secuelas y complicaciones de las cardiopatías congénitas operadas en la infancia.  Rev Esp Cardiol  2003; 56(1): 73-88.

Néstor Sandoval. Adultos con Cardiopatías congénitas: una población creciente. Retos del presente y del futuro. Revista Colombiana de Cardiología 2017; 24(3):199-203.

Williams et al. J Am Coll Cardiol. 2006, Gilboa S circulation. 216; 134:101-109.